EL KARST DE LA PEÑE VILLA, LLABRES Y LOS RESQUILONES


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La Peñe Villa, la Peñe Llabres y el Picu los Resquilones son un conjunto de sierras subsidiarias de la Sierra del Cuera que constituye un pequeño macizo kárstico desligado hidrológicamente de aquella. Este macizo se ubica en el concejo de Llanes, en el Oriente de Asturias, y sus límites naturales están constituídos por la plataforma costera al norte, el valle del ríu Las Cabras al oeste, el valle de Caldueñu al sur, y el valle de La Tornería al este; las cumbres más elevadas del macizo superan escasamente los 700 m.s.n.m. (Picu H.elguerúas, Cabezu'l Trigu).

Desde 2007 se vienen desarrollando en este macizo trabajos espeleológicos de prospección, exploración y topografía, en sucesivas campañas anuales por parte de diversos grupos de espeleología, tanto de Asturies como de fuera de la región, contando así mismo con el soporte de otras instituciones. Aunque sobre el papel la titularidad de la zona de exploración corresponde a la Sociedad Espeleológica y Barranquista Escar (Avín, Onís), también han participado en las exploraciones en este macizo algunos compañeros del Grupu d'Espeleoloxía Gorfolí (Avilés), L'Esperteyu Cavernícola Espeleo-Club (Xixón), el Grupo de Espeleología Polifemo (Uviéu), el Grupo de Espeleología Diañu Burlón (Las Vegas, Corvera), la Asociación Deportiva Cuasacas (Uviéu), el Grupo Espeleológico Niphargus (Burgos) y la Asociación Espeleo-Montañera Trasmiera (Cantabria).

Fruto de estas exploraciones subterráneas este blog pretende ser el espejo público de los trabajos espeleológicos desarrollados en estas sierras llaniscas, la "Memoria de Exploración" en continua actualización donde se recojan las topografías y reseñas de las cavidades exploradas, así como otros trabajos de interés espeleológico sobre la zona. Por tanto el blog irá aumentando sus contenidos al ritmo que aumente nuestro conocimiento del medio subterráneo de la Peñe Villa, la Peñe Llabres y los Resquilones, siempre sujeto a los avatares de la exploración espeleológica.

Poco a poco el macizo va desvelándonos sus secretos, vamos recorriendo sus galerías y sus pozos, vamos delimitando el curso de los ríos subterráneos, vamos disfrutando de sus bellezas estalagmíticas y sorprendiéndonos con su fauna troglobia. En diez años se han explorado más de catorce kilómetros de conductos subterráneos, e intuimos que hay mucho más aún por descubrir...